“Para amar a los hombres, hay que odiar fuertemente lo que los oprima.” J.P. SARTRE
En su número 30.133 del jueves 17 de febrero de 2011 La Voz de Almería da prioridad al reportaje de Felicity Lawrence del Guardian.
En la página 3 pone “El sindicato SOC pide hacer boicot a los productos de la provincia“.
Desde el SOC sólo queremos dar nuestro punto de vista y aclarar lo que es nuestro trabajo. Somos un sindicato alternativo y mediamos entre el trabajador y el empresario.
En Almería ya contamos con diez años de experiencia: el campo, la vivienda de los trabajadores, sus problemas, sus diversiones son nuestros también.
El SOC, somos nosotros, los precarios, que hablan de sus problemas. Se ha usado la palabra “manipulación”…No, eso no se llama así, lo llamamos REALIDAD. Aquí viven esclavos, explotados y expulsados.
Primero. Negar que Almería es la provincia española donde los inmigrantes viven de un empleo precario, por lo eventual y discontinuo, la agricultura, y que eso los impide cualquier tipo de arraigo y les impone unas condiciones de vida indignas, sería insultar a la humanidad. De allí la falta de integración.
A pesar de todo eso han sido y siguen siendo el motor del éxito de la economía sumergida de la provincia. Son mayoritarios en los invernaderos donde las temperaturas oscilan entre 40 y 50ºC. Muchos inmigrantes viven en chabolas dispersos entre los invernaderos, muy lejos del núcleo urbano, sin agua potable ni luz.
Segundo. Nosotros del SOC hemos trabajado en invernaderos y sabemos con quien hemos estado dentro. Los hijos de los dueños están sacando una carrera, van en coches de lujo ,se divierten mientras los peones pagados entre 20 y 35 € siguen con salarios impagados. Contar eso no es mentira, es ser responsable.
Tercero. En Almería no hay coraje político para llevar a cabo nada; “la iniciativa privada siempre ha tirado del carro y ha ido muy adelante de cualquier ajuste de la administración”. Todo cambia a peor, las numerosas reuniones que agentes sociales mantienen con la Subdelegación del Gobierno en Almería no aportan nada.
Aquí mandan los agricultores, el capital. Es la guerra económica .La banca primero, las personas después.
Los contractos de trabajo que facilitan a los inmigrantes para su regularización no cuadran con las exigencias de la Ley de Extranjería (duración de un año y estar al corriente de pago en la seguridad social) y los que tienen que pagar son los trabajadores inmigrantes. Desde la Oficina de Extranjeros el mensaje está claro: como los agricultores no cumplen con las normas legislativas los inmigrantes no van a tener papeles.
Cuatro. Para concluir, decir que nosotros no boicoteamos los productos de Almería, lo que denunciamos es que se cumplan las leyes laborales, que se paguen los salarios que se regulan en el convenio, que se apliquen las normas de prevención de riesgos laborales, que las viviendas que alquilan las empresas a los trabajadores que se acojan a las normas de habitabilidad, que se declaren todas las jornadas trabajadas a la Seguridad Social.
Esto, en un Estado de Derecho, se le llama cumplir con las leyes aprobadas en el Parlamento. Aquí está el debate. Todos podemos decir NO para cambiar este sistema salvaje.
La prensa responsable debería seguir los pasos de The Guardian y de Felicity. Buscar donde está la verdad.
SPITOU MENDY, Portavoz provincial del SOC en Almería